Por lo regular, esos pacientes fallecen, porque el procedimiento quirúrgico es muy delicado por la inflamación de los órganos, afirma el director del hospital Francisco Moscoso Puello, Francisco Torres.

El caso de Bruna Jiménez, la mujer que se tragó de forma accidental la parte delantera de su prótesis dental, luego de sufrir un ataque de epilepsia, está entre los 20 de 100 pacientes que sobreviven a ese tipo de eventualidad.

La mujer, de 43 años, reside en La Romana, desde donde médicos de una clínica privada la refirieron al hospital Francisco Moscoso Puello, donde por primera vez un equipo médico encabezado por el cirujano de cabeza y cuello, Héctor Rosario, e integrado por los galenos Carmen Ventura, Gladys Paulino, Ramona Rodríguez, Maribel de la Cruz y Máximo Vásquez, le practicó la exitosa cirugía, quienes después de estudiar varias opciones y de que el tiempo resultaba escaso, se decidieron por la única forma de intervención….el cuello y corrieron el riesgo, pues es una de las partes más vascularizada y de ahí el alto porcentaje de fallecimientos.
Rosario dijo que por la forma en que la pieza quedó incrustada era imposible extraerla vía endoscópica, porque iba a lesionar el esófago.
La paciente duró ocho días con el cuerpo extraño que le infectó el esófago y obligó a que se le alimentara vía periférica (sueros).

La cirugía duró tres horas, han pasado más de dos meses de esa intervención y Bruna luce bien físicamente y, según dijo, puede ingerir todo tipo de alimentos.

Ella estuvo un mes y tres días ingresada en el centro asistencial, de los cuales, 15 fueron en cuidados intensivo.

La mujer recibe seguimiento, tanto de los cirujanos, como de los servicios de neurología y de odontología del hospital. Aunque de éste último, después de su mala experiencia, dice que perdió el interés de realizarse cualquier procedimiento odontológico.

Fuente: Diario Libre

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